Linfedema

El linfedema es una hinchazón que se produce como resultado de la acumulación de linfa, un líquido claro formado por glóbulos blancos que participa en el sistema inmunológico. El linfedema puede producirse en cualquier parte del cuerpo. En el tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello, los ganglios linfáticos suelen extirparse durante la cirugía, o pueden resultar dañados por la radioterapia. Esto provoca una obstrucción en el sistema linfático (parte del sistema inmunitario), lo que impide que el líquido linfático drene correctamente, dando lugar a una acumulación de líquido, que provoca la hinchazón de la zona afectada.

El linfedema en pacientes con cáncer de cabeza y cuello

El linfedema suele producirse en los brazos o las piernas. Sin embargo, en los pacientes con cáncer de cabeza y cuello, es más probable que el linfedema se produzca en la región submentoniana (bajo la barbilla) o en el cuello o la mejilla. En algunos casos, puede aparecer en los párpados cuando el tratamiento incluye cirugía y radiación de la mejilla.

El linfedema es crónico, irreversible, variable y fluctuante. La hinchazón puede ir y venir a lo largo del día o del tiempo, y será diferente para cada paciente. El linfedema se produce típicamente 1-2 meses después de la cirugía y/o la radioterapia, pero es un riesgo indefinido que podría desarrollarse en cualquier momento después de que se haya completado el tratamiento. La hinchazón del linfedema generalmente se siente suave y esponjosa. Puede sentirse tensa, pesada o incómoda, y puede restringir el rango de movimiento o aumentar la probabilidad de desarrollar infecciones.

A menudo, el linfedema empeora después de dormir o acostarse, cuando la cabeza y el cuello están en una posición dependiente, lo que significa que están por debajo o al mismo nivel que el resto del cuerpo. Típicamente mejora durante el día cuando el paciente está en posición vertical.

Manejo del linfedema

El linfedema no tiene cura definitiva, y el tratamiento consiste en la gestión, el mantenimiento y el alivio de los síntomas. En general, lo mejor es empezar el tratamiento lo antes posible, ya que así hay más posibilidades de mejorar los síntomas, ralentizar la progresión del linfedema o incluso revertirla. Si no se trata, la hinchazón del linfedema puede endurecerse con el tiempo. Cuanto antes se inicie el tratamiento, más fácil será suavizar la hinchazón y reducir el tamaño de la región afectada. 

Se recomienda que los pacientes sean evaluados por un terapeuta certificado en linfedema 4-6 semanas después de la radioterapia, o antes, si empiezan a experimentar síntomas de linfedema. Muchos pacientes sólo necesitarán entre 8 y 12 semanas de terapia intensiva, tras lo cual pueden continuar con el automantenimiento en casa.

Terapia de compresión

Los pacientes pueden llevar prendas especializadas que les proporcionen compresión durante el día o la noche para redistribuir el líquido linfático, facilitar el drenaje linfático y evitar la acumulación de líquido. Algunos pacientes pueden tener efectos secundarios de cirugía o radiación que dificultan el sueño y pueden impedir el uso de una prenda de compresión durante la noche. En estos casos, el médico puede recomendar que el paciente lleve una prenda de compresión durante el día. 

Terapia manual

La terapia de drenaje linfático manual tiene como objetivo manipular el líquido linfático y dispersarlo por los tejidos circundantes. Este tipo de terapia consiste en un suave masaje siguiendo una dirección específica de flujo que se basa en la ubicación de la cicatriz del paciente y el sitio de su linfedema. Esta terapia debe ser administrada por un terapeuta de linfedema certificado que, además de realizar la terapia manual, enseñará a los pacientes a realizar la terapia por sí mismos. Los terapeutas de linfedema pueden usar compresión, vendaje terapéutico y/o envoltura junto con el masaje para aflojar, manipular y dispersar manualmente el líquido recolectado. Los terapeutas también evaluarán el rango de movimiento, realizarán estiramientos y ayudarán a los pacientes a controlar su dolor.

Dispositivos

Nuevos dispositivos como las bombas de compresión también se están utilizando en la terapia del linfedema para el cáncer de cabeza y cuello. Estos dispositivos incluyen prendas inflables que se llenan de aire y se inflan y desinflan intermitentemente para proporcionar una compresión variable que ayuda a la circulación linfática y al drenaje. Estos dispositivos pueden ser usados por los pacientes en sus casas, permitiéndoles auto-manejar su linfedema. 

Curso de tratamiento

Dado que el linfedema es crónico, la terapia debe administrarse regularmente, ya sea mediante el uso nocturno de prendas de compresión o el masaje diario, entre otros tratamientos. La terapia sólo proporcionará un alivio temporal, por lo que el mantenimiento es necesario. Es probable que cada paciente responda de manera diferente a los distintos tratamientos.