Cáncer de esófago cervical

Descubra los secretos del cáncer de esófago cervical, que se produce en la parte superior del esófago. Infórmese sobre los factores de riesgo, los síntomas y los tratamientos esperanzadores.

Esófago - Cáncer de esófago

¿Qué es y dónde está el esófago cervical?

El cáncer de esófago cervical, caracterizado por un crecimiento en la parte superior del esófago, suele tener su origen en factores genéticos y ambientales, y el consumo de tabaco aumenta significativamente el riesgo. Síntomas como dificultad para tragar, pérdida de peso, bultos en el cuello o dolor requieren una consulta médica inmediata. El diagnóstico implica exámenes, endoscopia, diagnóstico por imagen y biopsia, y los tratamientos, como cirugía, radioterapia y quimioterapia, ofrecen esperanza a las personas afectadas.

Causas, signos y síntomas

El cáncer cervical de esófago no suele tener una causa definitiva, ya que es el resultado de una compleja combinación de factores genéticos y ambientales. Sin embargo, a continuación hemos enumerado algunos factores de riesgo conocidos para desarrollar cáncer de esófago cervical.

Factores de riesgo del cáncer de esófago cervical

  • Exposición a la radiación.
  • Síndrome de Plummer-Vinson.

Causas comunes del cáncer de esófago cervical

  • Tabaco
  • Alcohol

Síntomas comunes

  • Dolor en la garganta.
  • Dificultad para tragar.
  • Pérdida de peso. 
  • Bulto en el cuello.
  • Dolor de oído. 

Síntomas adicionales

  • Voz ronca. 
  • Tos cada vez que se ingieren líquidos (si el cáncer ha invadido los nervios de la laringe). 
  • Sensación de algo atascado en la garganta.
  • Sangrado (tos o vómitos con sangre).

Diagnóstico

El diagnóstico de cáncer de esófago cervical puede ser difícil y abrumador. Se necesitarán más pruebas para confirmar el diagnóstico y determinar el mejor tratamiento. Estudios de imagen, endoscopia, y biopsia son por lo general enfoques de diagnóstico estándar. Los pacientes pueden esperar que su médico tenga una discusión con ellos sobre los riesgos, beneficios y alternativas a cada uno de los siguientes.

Tipo, grado y etapa

Tras diagnosticar un cáncer de esófago cervical a un paciente, el médico deberá determinar de qué tipo de cáncer se trata, el grado del tumor y el estadio del cáncer. Los médicos suelen establecer un estadio preliminar de la enfermedad basándose en la exploración física y en los resultados de las pruebas de imagen que ayudan a identificar la extensión de la enfermedad. 

La estadificación del cáncer de esófago requiere pruebas especiales, como la ecografía endoscópica, que un cirujano de cabeza y cuello no suele realizar. Por ello, un cirujano de cabeza y cuello consultará a un gastroenterólogo o a un cirujano torácico. Esto se suma a un equipo de oncólogos radioterapeutas y oncólogos médicos. En los pacientes que se someten a cirugía, el equipo asistencial determinará un estadio de la enfermedad bien definido basándose en la patología tras la cirugía.

Plan de Tratamiento

Después de determinar un diagnóstico y completar una evaluación completa previa al tratamiento, los médicos recomendarán un curso de tratamiento para sus pacientes. 

En general, existen 3 opciones diferentes para el tratamiento de los cánceres de cuello de útero y esófago que pueden utilizarse solos o combinados: cirugía, radiación, y quimioterapia

Pronóstico

Un pronóstico es una predicción del resultado de una enfermedad. ¿Cuál es la probabilidad de supervivencia? ¿reaparecerá el cáncer? Éstas son las grandes preguntas que se hacen la mayoría de las personas tras recibir un diagnóstico de cáncer de cuello uterino y esófago, existen 6 características tumorales que pueden informar al paciente sobre sus posibilidades de curación: el estadio, la localización, el tipo y el grado, la diseminación a los ganglios linfáticos, los márgenes del tumor y la propagación en las estructuras locales.

Después del Tratamiento

Después del tratamiento, los pacientes deben hacer un seguimiento con sus médicos de forma regular.

Los pacientes deben visitar a su especialista en cabeza y cuello en un horario regular (o antes si tienen algún síntoma preocupante). Esto permite a los doctores monitorear al paciente por cualquier signo de que el cáncer ha regresado. El mejor momento para el seguimiento será determinado por el médico.