La cirugía suele formar parte del tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello. Puede utilizarse como primera línea de tratamiento o como opción de rescate cuando otros tratamientos no han tenido éxito en la eliminación total del cáncer. En general, las cirugías de cabeza y cuello se pueden agrupar en dos categorías: ablativas y reconstructivas. La cirugía ablativa implica la extirpación del tumor primario, junto con cualquier nódulo linfático u otras estructuras sospechosas. La cirugía reconstructiva implica la reparación de la herida, o defecto, que fue creado por una cirugía ablativa.