Mucositis

La mucositis es la inflamación del revestimiento del tracto digestivo y es uno de los efectos secundarios más molestos de la quimiorradiación. El revestimiento del tubo digestivo, también conocido como mucosa, es la capa de células epiteliales que entra en contacto con el aire y los alimentos que recorren el organismo. Sirve de barrera contra los gérmenes del mundo exterior.

Si estas membranas están dañadas, el paciente corre un mayor riesgo de infección. Además, la mucositis puede hacer que el paciente experimente un dolor importante. Esto puede impedir la capacidad del paciente para comer y beber adecuadamente, lo que puede dar lugar a una importante pérdida de peso y desnutrición. Por desgracia, la mucositis perdura y progresa a lo largo de la radiación o la quimiorradiación combinada.

Cómo puede aparecer la mucositis

La mucositis se produce en diversos grados y los síntomas aumentan a medida que la inflamación progresa. Los casos graves pueden provocar úlceras en la zona afectada. La cavidad oral, o la boca, es la localización más común para esto. La mucositis oral es uno de los efectos adversos más comunes de los tratamientos del cáncer de cabeza y cuello, y es sobre todo el resultado de la radiación y la quimioterapia.

A medida que el paciente se somete al tratamiento, su equipo de atención, que debe incluir un logopeda y un nutricionista, trabajará con el paciente para gestionar su dieta. Esto ayudará a los pacientes a seguir comiendo y bebiendo de forma segura y eficaz mientras estén sintomáticos. En algunos casos avanzados de mucositis, el paciente puede ser incapaz de satisfacer sus necesidades nutricionales. En estos casos, puede estar indicada una sonda de gastrostomía endoscópica percutánea (PEG) para garantizar una nutrición e hidratación adecuadas por vía oral durante el tratamiento.

Signos y síntomas de la mucositis

Algunos signos de mucositis.

  • Hinchazón y enrojecimiento (eritema) de la lengua y las encías
  • Llagas en la boca
  • Dolor al comer alimentos
  • Dolor al tragar y al hablar
  • Saliva sangrienta
  • Pus en la cavidad oral

Qué causa la mucositis

Una variedad de factores pueden causar mucositis, incluyendo ciertos tratamientos para el cáncer de cabeza y cuello. En particular, la radiación y la quimioterapia pueden causar mucositis al matar las células sanas e irritar las células restantes de la mucosa oral. Normalmente, la aparición de la mucositis se produce aproximadamente dos semanas después de que el paciente comience la quimioterapia y la radiación, y normalmente se resuelve entre dos y cuatro semanas después de finalizar el tratamiento.

También se sabe que otras enfermedades no relacionadas con el cáncer de cabeza y cuello causan mucositis. Estas enfermedades incluyen el VIH/SIDA, la enfermedad renal y la diabetes. Algunos factores adicionales que pueden conducir a la mucositis incluyen un bajo índice de masa corporal, deshidratación y una mala higiene bucal. 

Diagnóstico

Una vez diagnosticada la mucositis, el médico y el equipo asistencial recomendarán opciones de tratamiento en función de la gravedad de los síntomas. La mucositis suele clasificarse en función de su gravedad mediante las herramientas de evaluación proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Instituto Nacional del Cáncer (NCI). Por ejemplo, el NCI utiliza los Criterios Terminológicos Comunes para Efectos Adversos (CTCAE), que se clasifican en una escala del uno al cinco, para diagnosticar adecuadamente la gravedad de la mucositis oral. El grado 1 se refiere a síntomas leves que no requieren intervención médica pero pueden requerir ajustes en la dieta, mientras que el grado 5 se refiere a la muerte causada por el acontecimiento adverso. Por desgracia, la mucositis es uno de los efectos adversos más preocupantes. efectos secundarios de tratamiento que deben soportar los pacientes con cáncer de cabeza y cuello. 

Manejo de la mucositis

El tratamiento de la mucositis tiene 2 objetivos principales: disminuir las molestias del paciente para que pueda seguir comiendo y bebiendo por la boca y prevenir las infecciones.

Como la mucositis suele durar todo el tratamiento, el objetivo principal es controlar los síntomas para que el paciente pueda mantener la hidratación y la nutrición por vía oral. Los pacientes que sufren mucositis pueden hacer algunas cosas para controlar sus síntomas. Estas estrategias incluyen:

  • Higiene bucal agresiva utilizando un cepillo de dientes de cerdas suaves para mantener su boca lo más limpia posible.
  • Hidratación frecuente para mantener húmedas las zonas afectadas.
  • Enjuagues bucales con un enjuague calmante sin alcohol (por ejemplo, bicarbonato sódico y agua).
  • Medicamentos anestésicos tópicos para el alivio temporal del dolor para permitir la ingesta oral y el alivio sistémico del dolor según la recomendación de su médico.
  • Un médico puede sugerir xilocaína viscosa o enjuague bucal mágico:
    • La dosis prescrita de xilocaína viscosa, también conocida como lidocaína viscosa, se puede pasar por la boca del paciente y luego escupirla, para proporcionar un alivio temporal del dolor. 
    • El enjuague bucal mágico es otra solución que se utiliza a menudo para proporcionar un alivio temporal del dolor. Suele ser una mezcla de antiácidos, antibióticos o antifúngicos, corticosteroides y un anestésico local. El enjuague bucal mágico debe ser enjuagado en la boca durante un par de minutos antes de ser escupido. Esta rutina puede hacerse cada 4 a 6 horas. No hay una solución estándar para el enjuague bucal mágico, pero su médico le dará instrucciones más específicas, así como las recetas necesarias. 
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Conclusión:

La mucositis, un importante efecto secundario de los tratamientos contra el cáncer, provoca intensas molestias y problemas nutricionales. Un tratamiento eficaz se centra en reducir el dolor y prevenir las infecciones para garantizar que los pacientes puedan comer y beber. Para ello se aplica una higiene bucal meticulosa, enjuagues bucales calmantes y, en caso necesario, soporte nutricional mediante una sonda PEG. Los planes de atención personalizados, basados en evaluaciones de la gravedad, son esenciales para aliviar el impacto de esta afección, lo que subraya la necesidad de una estrategia integral y multidisciplinar para apoyar a los pacientes afectados.