Infecciones fúngicas orales

El muguet oral (Candidiasis) es un tipo de infección fúngica que suele localizarse en la zona de la boca y la garganta. En condiciones normales, estos organismos fúngicos coexisten pacíficamente con los demás microorganismos que existen de forma natural en la cavidad bucal. Desgraciadamente, los cambios en este entorno oral pueden dar lugar a un crecimiento excesivo de determinados organismos fúngicos, que pueden causar una infección.

Cambios que pueden desencadenar la aparición de hongos

  • Sistema inmunológico comprometido.
  • Disminución de la saliva.
  • Radiación o cambios quirúrgicos en la boca.

Los pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia y/o radioterapia tienen más probabilidades de encontrarse con los factores mencionados, por lo que corren un mayor riesgo de desarrollar candidiasis bucal que la población general. Los pacientes con cáncer pueden maximizar la salud de la cavidad bucal manteniendo la boca húmeda y limpia. Esto suele ser un reto para quienes se someten a quimiorradiación. Enjuagarse la boca con bicarbonato sódico y agua, cepillarse los dientes con frecuencia y beber mucha agua puede proporcionar cierto alivio. 

Síntomas de una infección oral por hongos

La candidiasis bucal puede tener muchos síntomas diferentes, incluyendo: 

  • Parches blancos en la parte interior de las mejillas, la lengua, la garganta y el piso de la boca.
  • Una sensación de ardor en la boca que puede causar dificultad para comer y tragar.
  • Pérdida del gusto.
  • Boca de algodón (boca extremadamente seca).
  • Enrojecimiento y grietas en las esquinas de la boca.

Los pacientes deben ponerse en contacto con su médico si tienen síntomas relacionados con la candidiasis en la boca, la garganta o el esófago.

Posibles tratamientos para la candidiasis bucal

El tratamiento más habitual de la candidiasis oral son los medicamentos antimicóticos. Éstos pueden prescribirse en forma de suspensión o enjuague oral (como la nistatina), por vía sistémica como medicamento oral (como el fluconazol) o como pastilla disoluble (Mycelex Troches). La duración del tratamiento suele determinarse por el tiempo que tardan en disminuir o desaparecer los síntomas del paciente. Los médicos evaluarán a sus pacientes de forma rutinaria para determinar si deben continuar con su medicación antifúngica.