Pruebas genéticas y moleculares en el cáncer de tiroides

Las pruebas genéticas pueden detectar mutaciones, confirmar o descartar un diagnóstico y proporcionar a los médicos la información que necesitan para diseñar un plan de tratamiento específico.

Las mutaciones en genes específicos pueden predisponer a un individuo a la formación de tumores y al cáncer. Las pruebas genéticas están disponibles para ciertos tipos de cáncer y pueden utilizarse para confirmar o descartar un diagnóstico. Las pruebas genéticas y moleculares también pueden ayudar a los médicos a elegir terapias específicas y a diseñar un plan de tratamiento.

Desafortunadamente, el diagnóstico final de cáncer de tiroides no se obtiene hasta después de que el nódulo tiroideo ha sido removido quirúrgicamente. Ultrasonido imágenes y biopsias por aspiración con aguja fina (FNA) puede, sin embargo, proporcionar información útil para planificar los tratamientos en función del riesgo de malignidad asociado al nódulo y, en algunos casos, puede ayudar a prevenir procedimientos innecesarios.

Los nódulos tiroideos suelen ser detectados por los pacientes o por un médico durante un examen físico de rutina. Los nódulos también pueden ser descubiertos incidentalmente en estudios de imágenes como una tomografía de tórax, una resonancia magnética de la columna cervical o una ecografía doppler de las arterias carótidas. En general, los enfoques diagnósticos estándar para el cáncer de tiroides son los siguientes: examen físico, imágenes, análisis de sangrey si es necesario, biopsia.

Tiroides - Glándula
Esta representación de alto nivel ilustra una biopsia FNA

En el caso de los nódulos tiroideos, la biopsia de FNA se utiliza para tomar una muestra de un pequeño número de células para examinarlas bajo el microscopio y determinar si el nódulo es canceroso. Los resultados de estas biopsias se comunican de manera estandarizada utilizando el Sistema de Clasificación de Bethesdaque clasifica los nódulos según su riesgo de malignidad. La mayoría de los nódulos se notificarán de manera que indiquen si es probable que el nódulo sea benigno o maligno. Sin embargo, hay casos en que las características de la muestra no son lo suficientemente claras como para hacer un diagnóstico de benigno o maligno, y el caso se considera "indeterminado". En estos casos concretos, las pruebas genéticas para detectar marcadores moleculares específicos pueden ayudar a aclarar el riesgo de malignidad de un nódulo y, por lo tanto, a planificar el tratamiento quirúrgico adecuado.

Los marcadores moleculares pueden utilizarse para diagnosticar el cáncer de tiroides, predecir la agresividad de la enfermedad y predecir la eficacia de ciertos agentes terapéuticos en el tratamiento de cada caso individual. 

Tipos de mutaciones genéticas

En los tumores de la tiroides puede haber diversos tipos de mutaciones genéticas. Algunas de las mutaciones más relevantes desde el punto de vista clínico incluyen:

  • BRAF
    Esta es la mutación genética más común que se encuentra en los cánceres de tiroides (típicamente el carcinoma papilar de tiroides). Se asocia con formas agresivas de cáncer de tiroides, así como con un mayor riesgo de recurrencia. Si se encuentra una mutación BRAF en un nódulo tiroideo, el riesgo de carcinoma papilar de tiroides es de casi 100%. 
  • RAS
    Esta es la segunda mutación más común asociada con el cáncer de tiroides, típicamente el carcinoma de tiroides papilar o folicular.
  • RET/PTC
    Esta mutación se asocia a menudo con el carcinoma papilar y medular de tiroides.
  • PAX8-PPAR
    Esta mutación se asocia a menudo con el carcinoma folicular de tiroides.

Si se identifica una mutación genética, los médicos pueden orientar el tratamiento de un paciente de manera más específica. Por ejemplo, cáncer de tiroides anaplásicoun tipo raro y agresivo de cáncer de tiroides, contiene una mutación del BRAF. Una vez que se detecta esta mutación, se pueden administrar combinaciones de drogas específicas que se dirigen a la mutación BRAF. Este enfoque conduce a una respuesta clínica más favorable que los tratamientos estándar no dirigidos. Además, los estudios de investigación actuales buscan constantemente identificar más mutaciones genéticas asociadas al cáncer y probar los nuevos tratamientos desarrollados para atacar dichas mutaciones. 

Técnicas de pruebas genéticas

Hay una variedad de técnicas de pruebas genéticas que se pueden utilizar según el tipo de tumor específico y el tipo de mutación que se sospecha.

  • Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
    Este proceso implica la amplificación de una secuencia de ADN. Se utiliza para identificar mutaciones en posiciones conocidas en un gen para confirmar la presencia de una supuesta mutación.
  • Sanger Secuenciación de Dideoxy
    Este proceso copia las secuencias de ADN del objetivo varias veces para crear fragmentos de ADN de diferentes longitudes. Los extremos de los fragmentos se marcan con marcadores fluorescentes. Estos fragmentos se separan y finalmente se utilizan para proporcionar la secuencia de ADN. La secuenciación de Sanger es el método más utilizado para detectar variantes de un solo nucleótido.
  • Amplificación de la sonda dependiente de la ligadura del múltiplex (MLPA)
    Se trata de una forma específica de PCR que distingue entre secuencias que difieren por un solo nucleótido (mutaciones puntuales). 
  • Fluorescencia In Situ Hibridación (FISH)
    En esta técnica, las secuencias de ADN de interés se marcan con una sonda fluorescente y se visualizan bajo el microscopio fluorescente. Esto es útil para comprender las anomalías cromosómicas y genéticas.
  • Secuenciación de la próxima generación
    Este método se utiliza para secuenciar rápidamente genomas enteros a un costo relativamente bajo. 

¿Quién debería hacerse pruebas moleculares?

La presencia de cáncer de tiroides en dos o más parientes de primer grado, o el rápido crecimiento de una masa en el cuello pueden sugerir un origen genético de cáncer de tiroides. Estos factores deberían llevar a un paciente a preguntar a sus médicos sobre las pruebas moleculares.