Diagnóstico

La fase de diagnóstico del cáncer de lengua puede ser difícil y abrumadora. Durante esta fase, se necesitarán más pruebas para confirmar el diagnóstico y determinar el mejor curso de tratamiento. Los pacientes pueden esperar que su médico tenga una discusión con ellos sobre los riesgos, beneficios, y alternativas sobre cada uno de los estudios a realizar.

Examen físico

Debido a que la lengua es fácilmente accesible en la boca, los médicos pueden confiar en un examen físico para establecer un diagnóstico inicial de sospecha. A continuación se realizarán más pruebas, como se describe a continuación.

Estudios de imagen

Las exploraciones por imágenes, también conocidas como estudios radiológicos, proporcionan al médico una vista interior del cuerpo. Se requerirán imágenes de la cabeza y el cuello para determinar la extensión así como el comportamiento de un crecimiento, y pueden ser necesarias antes del tratamiento de un tumor en la lengua. Las pruebas de imagen iniciales más comunes que se utilizan son la tomografía computarizada y la resonancia magnética. Es probable que también se realice un estudio de diagnóstico por imágenes más avanzado llamado PET/TC para evaluar si el cáncer se ha propagado a otros lugares del cuerpo, así como para determinar si es probable que los ganglios linfáticos del cuello alberguen células cancerosas.

Biopsia

A los 25 años, Justina fue diagnosticada de una forma rara de cáncer de lengua, inicialmente confundida con una afta. Su diagnóstico, en marzo de 2020, coincidió con un paro mundial, lo que retrasó el apoyo de su familia. En medio de las dificultades, su novio se convirtió en su voz tras la operación. Destaca la importancia de la autodefensa y de aferrarse a la normalidad durante el tratamiento.

La biopsia es la extracción de un pequeño trozo de tejido para examinarlo en el microscopio y ver si es canceroso. Generalmente se necesita una biopsia de un área sospechosa de la boca (o de una masa en el cuello) antes del tratamiento. Existen varias formas de realizar esta biopsia, pero el enfoque más común y más fácil es una biopsia incisional o con sacabocados. En algunos casos, una aspiración con aguja fina (FNA) La biopsia de cualquier nódulo linfático sospechoso en el cuello también puede ser útil.

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