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Es importante recordar que no todos los bultos y protuberancias en el cuello son cáncer. Algunos nódulos tiroideos son benignos (no cancerosos), y otros en el límite entre benignos y malignos (cancerosos). A menudo, el diagnóstico definitivo del tipo de cáncer no se determina completamente hasta después de que se ha eliminado el nódulo tiroideo. Después de diagnosticar a un paciente con cáncer anaplásico de tiroides (CTA), un patólogo tendrá que determinar qué tipo de cáncer es, el grado del tumor y la etapa del cáncer. Los médicos a menudo establecen una etapa preliminar de la enfermedad basada en el examen físico y los hallazgos en las imágenes, que ayudan a identificar la extensión de la enfermedad. En los pacientes que se someten a una cirugía, se determina una etapa de la enfermedad más definida basándose en pathology after surgery.
Cáncer de tiroides poco diferenciado
Este tipo de cáncer no es bien diferenciado como el cáncer papilar y folicular, pero no es totalmente indiferenciado como el ATC. Existe en un espectro entre los dos, tanto patológica como clínicamente. En general, estos cánceres muestran un comportamiento más agresivo y tienen menores tasas de curación que los cánceres bien diferenciados. Sin embargo, tienen un pronóstico más favorable que el ATC.
Cáncer de tiroides anaplásico (indiferenciado)
Este es un cáncer de tiroides muy agresivo que es completamente indiferenciado. Esto significa que las células cancerosas han perdido todas las similitudes con las células tiroideas normales. Este tipo de cáncer es generalmente muy difícil de curar. Si se detecta a tiempo y el tumor todavía está completamente dentro de la glándula tiroides, la extirpación quirúrgica puede ser una opción. Cirugía es seguido más a menudo por la radioterapia de haz externo así como quimioterapia citotóxica. Si el tumor ya ha invadido las estructuras circundantes y se considera irresecable, entonces se administrará una combinación de quimioterapia y radioterapia.