El tratamiento del cáncer de cabeza y cuello puede implicar cirugía, radiación o quimioterapia, y puede tener un efecto considerable en su cuerpo. Muchos pacientes pueden experimentar dolor de cuello, rigidez o presión después del tratamiento como efecto secundario de la terapia. Descubra a continuación por qué puede tener molestias en el cuello. Y encuentre algunas estrategias útiles para aliviarlo.
Causas del dolor de cuello después del tratamiento
Molestias en el cuello inducidas por la radiación
Los pacientes con cáncer de cabeza y cuello suelen experimentar rigidez y tirantez en el cuello, así como dolor o espasmos, después de la radiación en el cuello. Cuando se irradian los tejidos del cuello, suele producirse fibrosis. La fibrosis se produce cuando el tejido conectivo sustituye al tejido normal en el proceso de curación. En ocasiones, la radioterapia puede causar una movilidad limitada en la región del cuello. Alrededor del 10% de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello sienten este efecto secundario. La rigidez del cuello debería disminuir gradualmente después de terminar la terapia.
Molestias en el cuello inducidas por la cirugía
Después de una intervención quirúrgica en el cuello, como la disección de los ganglios linfáticos cervicales, es posible que experimente cierto entumecimiento en el cuello, especialmente alrededor de la cicatriz quirúrgica. Esto es normal y debería mejorar con el tiempo. Si hubo alguna lesión nerviosa durante la operación, puede experimentar un entumecimiento adicional, que puede ser permanente.
La rigidez y la presión del cuello también pueden ser un efecto secundario de la cirugía debido a linfedema. Cuando el médico extirpa los ganglios linfáticos del cuello, se interrumpe el drenaje normal del líquido linfático. Esto podría causar una acumulación de líquido linfático en los tejidos circundantes, lo que puede provocar hinchazón y rigidez en el cuello, así como una reducción del rango de movimiento.
Formas de aliviar el dolor de cuello tras el tratamiento
Terapia física
Existen estiramientos y ejercicios que pueden ayudar a reducir la tensión y el dolor de cuello. Cuando estos ejercicios se utilizan con regularidad, se puede fortalecer y mejorar el rango de movimiento del cuello. Puedes hablar con tu fisioterapeuta sobre rutinas específicas.
Masaje
Masajear firmemente las zonas de tejido cicatrizado con aceite o crema puede ayudar a aliviar la tirantez y la tensión de la piel. Además, el masaje puede servir como drenaje linfático manual, lo que puede ayudar a reducir los síntomas del linfedema. Los masajes suaves en la región cervical pueden ayudar a drenar el líquido linfático con mayor eficacia.
Medicamento
Si nota una hinchazón persistente en el cuello, cambios en el habla y la deglución, o un dolor persistente, póngase en contacto con su médico y busque atención médica profesional. Su médico puede recetarle analgésicos si es necesario.
Conclusión:
Es importante saber cómo surgió su dolor de cuello. Las molestias inducidas por la radiación pueden durar meses o años después de terminar el tratamiento. El dolor de cuello inducido por la cirugía suele ser de corta duración, pero aun así puede dificultar la vida si no se controla adecuadamente.
Si el dolor de cuello crónico persiste a pesar de la fisioterapia, la medicación, los masajes y otros tratamientos, pida consejo a su médico. Es posible que le sugiera una resonancia magnética para descartar cualquier daño neurológico duradero que pudiera haberse producido durante la cirugía o el tratamiento del cáncer. Esperamos que este artículo le haya ayudado a saber cómo aliviar este tipo de síntomas.
Conozca otros efectos secundarios
¿Tiene otros efectos secundarios asociados al tratamiento del cáncer? Efectos secundarios como la xerostomía, el trismo, la mucositis o el linfedema pueden afectar seriamente a la calidad de vida de una persona.
