El viaje de Ashley contra el cáncer
Lee el increíble viaje de Ashley: de la facultad de veterinaria a una masa tiroidea benigna y un diagnóstico de cáncer, todo a los 27 años. Ella nos recuerda: ¡la salud es lo primero!
Ashley Gillman // 30 Stories Campaign™ // Concienciación sobre el cáncer de tiroides
Siempre me he considerado una persona relativamente sana. Acudía a mis visitas anuales de bienestar cuando era necesario y recibía las vacunas recomendadas. Por eso no me preocupé demasiado cuando mi médico detectó una masa tiroidea durante una visita rutinaria de bienestar antes de asistir a la facultad de veterinaria en 2016. Me hicieron un aspirado con aguja poco después y los resultados fueron benignos, no había cáncer. Uf. Tenía pensado extirpar la masa quirúrgicamente en algún momento (era bastante grande y notable), pero pospuse estos planes para centrarme en mi carrera.
Tres años más tarde, durante mis rotaciones clínicas, tuve fiebre de origen desconocido. La masa se había agrandado y me resultaba difícil tragar. Un escáner y una aspiración con aguja mostraron que mi masa tiroidea había sufrido una hemorragia repentina, probablemente causante de una inflamación sistémica importante.
...cualquier cosa que hubiera hecho de forma diferente... dar prioridad a mi salud, porque realmente nunca se sabe lo que puede pasar.
Un tratamiento con antibióticos y esteroides calmó la situación y seguí adelante para terminar mis estudios y obtener el doctorado. Fue entonces cuando apareció el COVID, que dificultó la cirugía electiva. Hay que admitir que también seguí un riguroso programa de prácticas después de graduarme, lo que me volvió a centrar en mi carrera.
Estoy muy agradecida por haber encontrado un equipo [asistencial] excepcional que me inspiró confianza desde la primera consulta.
En junio de 2021, finalmente tomé la decisión de extirparme quirúrgicamente la masa tiroidea. Dos semanas después, mi vida cambió para siempre. Recibí el diagnóstico de carcinoma de células foliculares de la glándula tiroides a los 27 años. Ser profesional de la medicina puede ser una bendición y una maldición en momentos como éste. Me encuentro con que sé y veo demasiadas cosas como para confiar plenamente en mi pronóstico.
...tengo la esperanza de que compartiendo mis experiencias pueda ayudar a otros que luchan a mi lado.
Me remitieron a mi maravilloso equipo de atención para los siguientes pasos. Con ellos tuve una cirugía completa de tiroidectomía total y resección parcial de los ganglios linfáticos en octubre de 2021. Las biopsias mostraron que el cáncer se había extendido a varios ganglios linfáticos locales. Unos meses más tarde, me sometí a una terapia con yodo radiactivo (RAI) con el objetivo de tratar la enfermedad microscópica.
Desde entonces, estoy muy agradecida de poder decir que mis análisis de sangre, escáneres, ecografías y resonancias magnéticas han salido bien. Llevo mi gran cicatriz con orgullo (la crema cicatrizante no tuvo ninguna oportunidad). Si hubiera hecho algo diferente, habría sido dar prioridad a mi salud, porque nunca se sabe lo que puede pasar. Estoy muy agradecida por haber encontrado un equipo médico y quirúrgico excepcional que me inspiró confianza desde mi primera consulta. Mi lucha contra el cáncer no ha terminado, así que espero que al compartir mis experiencias pueda ayudar a otras personas que luchan a mi lado.
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Para alguien a quien le acaban de diagnosticar un cáncer, leer las historias de otros cuidadores y supervivientes puede servir de inspiración.
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