Diagnóstico

El diagnóstico de cáncer orbital puede ser difícil y abrumador. Será necesario realizar más pruebas para obtener un diagnóstico y determinar los siguientes pasos.

Como se describe en el anatomía página, el área orbital está compuesta por múltiples componentes, incluyendo los huesos de la cuenca del ojo, las glándulas lagrimales y los músculos que mueven el globo ocular. Un examen físico es siempre el primer paso del diagnóstico; sin embargo, estas estructuras a veces pueden ser difíciles de ver y examinar en el consultorio.

Una combinación de endoscopia, imágenes y biopsia es generalmente el enfoque diagnóstico estándar. Los pacientes pueden esperar que su médico tenga una charla con ellos sobre los riesgos, beneficios y alternativas a cada uno de los siguientes enfoques.

Endoscopía

Un endoscopio es un dispositivo que permite a los médicos examinar el interior del cuerpo. Está compuesto por un tubo delgado, flexible o rígido con una cámara y una luz en su extremo. Las lentes dentro del endoscopio proporcionan un aumento, lo que permite a los médicos detectar incluso pequeños cambios en el revestimiento de los pasajes nasales. "Endoscopia" es simplemente el proceso de usar un endoscopio para visualizar una parte particular del cuerpo.

Debido a la proximidad de la órbita con la cavidad nasal y los senos paranasales, a veces los cánceres que afectan a la órbita pueden visualizarse a través de la nariz. En estos casos, se puede utilizar un endoscopio flexible o rígido para visualizar el tumor y, a veces, realizar una biopsia.

Estudios de imagen

Las exploraciones por imágenes, también conocidas como estudios radiológicos, proporcionan al médico una visión del interior del cuerpo. Se requerirán imágenes de la cabeza y el cuello para determinar la extensión así como el comportamiento de un crecimiento, y es un paso vital antes del tratamiento de cualquier tumor en la órbita. Las pruebas de imagen más comunes utilizadas son la TC y la RMN. También se puede realizar un estudio de diagnóstico por imágenes más avanzado llamado PET/TC para evaluar si un tumor orbital se ha propagado a otros sitios del cuerpo, así como para determinar si es probable que los ganglios linfáticos del cuello alberguen células cancerosas.

Biopsia

La biopsia es la extracción de un pequeño trozo de tejido para examinarlo en el microscopio y ver si es canceroso. Se necesita una biopsia de un crecimiento sospechoso en el área orbital antes del tratamiento. Hay algunas técnicas diferentes que pueden utilizarse para tomar una biopsia en la órbita. Estas incluyen: 

  • Biopsia quirúrgica abierta
  • Biopsia por aspiración con aguja fina (FNA) 
  • Biopsia endoscópica transnasal
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