Diagnóstico

El diagnóstico de cáncer de orofaringe puede ser difícil y abrumador. Será necesario realizar más pruebas para confirmar el diagnóstico y determinar el mejor tratamiento. 

La endoscopia, las imágenes y la biopsia son generalmente enfoques de diagnóstico estándar. Los pacientes pueden esperar que su médico tenga una charla con ellos sobre los riesgos, beneficios y alternativas a cada uno de los siguientes enfoques.

ENDOSCOPIA

Un endoscopio es un dispositivo que permite a los médicos examinar el interior del cuerpo. Está compuesto por un tubo delgado, flexible o rígido con una cámara y una luz en su extremo. Las lentes dentro del endoscopio proporcionan un aumento, lo que permite a los médicos detectar incluso pequeños cambios en el revestimiento de la garganta. "Endoscopia" es simplemente el proceso de usar un endoscopio para visualizar una parte particular del cuerpo. 

Lea más sobre los diferentes tipos de endoscopias aquí. 

BIOPSIA

La biopsia es la extracción de un pequeño trozo de tejido para examinarlo en el microscopio y ver si es canceroso. Normalmente se necesita una biopsia de un crecimiento sospechoso en la orofaringe o la garganta antes del tratamiento. En algunos casos, una biopsia por aspiración con aguja fina (FNA) de cualquier nódulo linfático sospechoso en el cuello también puede ser útil. Por lo general, hay tres formas estándar de realizar una biopsia de un área sospechosa de la orofaringe: 

  • Biopsia incisional, realizado en la oficina...
  • Endoscopia flexible transnasal con la biopsia
  • Laringoscopia directa con la biopsia

Lea más sobre los diferentes tipos de biopsias aquí.   

En los casos en que se desconoce el sitio del tumor primario, se pueden realizar pruebas especiales para el ADN viral p16 o del VPH en el ANF de la masa del cuello. Si esta prueba es positiva, hay una probabilidad mayor de 90% de que el tumor primario esté localizado en la orofaringe. Esta prueba puede ayudar a guiar la evaluación posterior.

IMAGEN

Las exploraciones por imágenes, también conocidas como estudios radiológicos, proporcionan al médico una vista interior del cuerpo. Se requerirán imágenes de la cabeza y el cuello para determinar la extensión así como el comportamiento de un crecimiento, y es un paso vital antes del tratamiento de cualquier tumor en la orofaringe o la garganta. Las pruebas de imagen iniciales más comunes utilizadas son la tomografía computarizada y la resonancia magnética. Es probable que también se realice un estudio de diagnóstico por imágenes más avanzado, llamado PET/TC, para evaluar si un cáncer de la orofaringe se ha propagado a otros lugares del cuerpo, así como para determinar si es probable que los ganglios linfáticos del cuello alberguen células cancerosas.

Lea más sobre las imágenes aquí.

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