¿Debe informar al colegio de su hijo de un diagnóstico de cáncer?

Para los niños, la escuela puede ser una vía de escape, así como una fuente de ansiedad. Averigüe si debe informar al colegio de su hijo sobre el diagnóstico de cáncer, cuándo y cómo.

Tomar la decisión de informar a la escuela de su hijo sobre un diagnóstico

La escuela puede ser un entorno de apoyo para los niños, pero a veces también puede ser un espacio que provoca ansiedad. Los niños pueden apreciar el escape a las rutinas "normales" de las clases y los cursos que la escuela puede ofrecer. Pero el diagnóstico de cáncer de un ser querido también puede hacer que un niño se sienta diferente e inseguro de cómo responder a las preguntas de sus compañeros. Hable con su hijo para determinar qué le gustaría compartir, con quién quiere compartir la información y cómo compartirla.

Si el diagnóstico de cáncer afecta a la capacidad del cuidador para mantener la rutina de su hijo, éste puede considerar la posibilidad de compartir su diagnóstico con la escuela. Cuando los profesores están informados, pueden ser más intuitivos y sensibles a los cambios en el comportamiento del niño, como una disminución de la atención y la actividad o arrebatos emocionales repentinos. 

Cuidadores de niños pequeños

Los niños pequeños pueden tener dificultades para mantener la privacidad de la información familiar. Es posible que reproduzcan la información familiar en sus juegos, su arte y sus cuentos. Identificar lo que se debe compartir y lo que se debe mantener en privado ayudará a un niño pequeño a entender lo que está bien compartir sobre sí mismo y ayudará a normalizar su experiencia.

Para evitar que un niño se sienta abrumado por la curiosidad de sus compañeros, hay que hablar con los profesores sobre los signos de estrés a los que hay que prestar atención, cómo responder en esas situaciones y cómo responder a las preguntas de otros alumnos. La escuela se convierte en un espacio seguro para que los niños sean ellos mismos cuando se sienten apoyados por sus profesores.

profesor en el aula

Sugerencias para profesores y administradores

  • Proporcionar oportunidades para que los niños compartan sus experiencias a través del juego.
    • Añade equipos médicos a los espacios de juego dramático (estetoscopios, termómetro, manguito de presión arterial).
  • Fomentar la aceptación de los cuentos infantiles o las obras de arte que puedan tener temas de enfermedad, pérdida y cambio.
  • Los niños pueden tener arrebatos emocionales inesperados. Apóyelos con comprensión y compasión. Identifica, valida y consuela a los niños en esos momentos. 

Cuidadores de la infancia y la adolescencia media

La escuela puede ser un lugar para que los niños escapen del estrés y la presión causados por la enfermedad de un ser querido. Sin embargo, la escuela es a menudo el lugar donde los estudiantes quieren encajar con sus compañeros. Tener un ser querido con cáncer puede hacer que un estudiante se sienta diferente de los demás. Es posible que los niños mayores no quieran compartir con la escuela lo que ocurre en casa.

Discutir con los mayores niños y adolescentes cuánto se sienten cómodos compartiendo y con quién quieren hacerlo. Tener un confidente y un sistema de apoyo al que acudir en la escuela, ya sea un director, un profesor, un orientador, una enfermera o un entrenador, puede aliviar la presión de guardar un secreto. Hable de por qué es importante que alguien en la escuela sepa lo que pasa en casa.

Una vez que usted y su hijo adolescente decidan juntos quién debe saberlo, pregúntele si quiere formar parte de la discusión cuando se lo diga al personal de la escuela. Dar a los adolescentes cierto control sobre quién y qué debe saber la escuela demuestra que el cuidador entiende la necesidad de autonomía de su hijo, pero también está ahí para proporcionar una orientación suave sobre un tema que les afecta a todos. 

Sugerencias para profesores y administradores

Hacer las tareas a tiempo puede convertirse en un reto dependiendo de las funciones y responsabilidades adicionales que el preadolescente/adolescente tenga que asumir en casa. Sea comprensivo con las tareas que falten o lleguen tarde, pero también establezca una expectativa de cuándo el preadolescente/adolescente podría completar la tarea.

Un cambio en las calificaciones y el comportamiento del estudiante (como el aislamiento de sí mismo), pueden ser signos de estrés extremo. Póngase en contacto con los padres inmediatamente. 

Muestre su preocupación preguntando cómo está el alumno o diciéndole que está disponible para hablar si lo necesita. Intenta no entrometerte ni presionar al alumno para que comparta algo sobre su experiencia. Hazles saber los recursos que hay en la escuela si los necesitan (enfermera escolar, orientador o consejero escolar).

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