La vigilancia activa, también conocida como "monitorización activa", "espera vigilante" o "tratamiento expectante", es una opción de tratamiento conservador para pacientes diagnosticados de cáncer papilar de tiroides en los que el tumor mide menos de 1 cm. Si la vigilancia activa es una buena opción para usted y usted elige este curso de acción, su médico utilizará imágenes de ultrasonido para monitorear periódicamente su cáncer para ver si hay cambios o crecimiento en el tiempo, en lugar de extirparlo quirúrgicamente o tratarlo más agresivamente.
Con el aumento de la aceptación clínica de la vigilancia activa, es crucial reconocer qué circunstancias pueden hacer que usted sea un candidato menos adecuado para la vigilancia activa.
Considere las siguientes circunstancias importantes
1. Una forma agresiva de cáncer de tiroides
Como se ha descrito anteriormente, la vigilancia activa es una opción asistencial para los pacientes con cánceres papilares de tiroides pequeños. Estos cánceres pueden clasificarse como de "bajo riesgo", lo que se refiere a la probabilidad de recurrencia y progresión del cáncer. Si se le diagnostica un cáncer de tiroides agresivo o su cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo, no debe considerar la vigilancia activa. Además, si tiene otras enfermedades del tiroides o de las paratiroides que requieran una cirugía inmediata, no puede optar a la vigilancia activa, incluso si su cáncer de tiroides es de bajo riesgo. Es importante que su médico sepa qué factores pueden descalificarle para seguir la vigilancia activa como opción de tratamiento.
2. La localización del tumor
Aunque un tumor tiroideo puede ser pequeño o estar clasificado como de bajo riesgo, su ubicación puede plantear problemas. El equipo médico debe prestar mucha atención a la tráquea y a los nervios laríngeos recurrentes. La tráquea es la encargada de transportar el aire hacia y desde los pulmones. Los nervios laríngeos recurrentes (izquierdo y derecho) se encargan de mover las cuerdas vocales al hablar y respirar. Si se sospecha que un tumor tiroideo puede invadir la tráquea o los nervios laríngeos recurrentes, se puede aconsejar la extirpación quirúrgica para evitar daños en estas estructuras.
3. Una historia de ansiedad
Muchas personas pueden sentirse ansiosas por dejar sus tumores en paz, en lugar de extirparlos inmediatamente. Aunque las pruebas demuestran que los pacientes que se someten a la vigilancia activa y retrasan la cirugía no están sujetos a mayores riesgos, la vigilancia activa puede ser mentalmente agotadora para ciertos pacientes. Los médicos pueden ayudar a reducir sus efectos secundarios relacionados con el estrés proporcionando una educación exhaustiva sobre la vigilancia activa. Sin embargo, la carga psicológica puede seguir afectando en gran medida a su calidad de vida. A pesar de la eficacia demostrada de la vigilancia activa, es importante priorizar y expresar su nivel de comodidad y sus preferencias, que también pueden cambiar a lo largo de su tratamiento.
4. Progresión del cáncer de tiroides
Durante el transcurso del seguimiento del cáncer de tiroides, su elegibilidad para la vigilancia activa puede cambiar. Si la ecografía revela una progresión de la enfermedad, como un aumento del tamaño del tumor o un cáncer que se ha extendido a otras zonas, es posible que su médico deba proceder a la escisión quirúrgica. Una parte esencial de la vigilancia activa es asegurarse de que recibe imágenes de ultrasonido con la frecuencia recomendada por su médico.
5. Su edad
La edad puede influir en la decisión de elegir la vigilancia activa. Por un lado, la edad puede contribuir a la probabilidad de progresión de la enfermedad, y los pacientes más jóvenes tienen un mayor riesgo de progresión. Además, dado que la vigilancia activa se prolonga en el tiempo, las experiencias pueden diferir significativamente entre los pacientes más jóvenes y los mayores. Mientras que los pacientes de más edad pueden ser vigilados continuamente durante una parte más corta de su vida, dicha vigilancia puede extenderse durante muchos más años en el caso de los pacientes más jóvenes. La consideración cuidadosa de su edad y el impacto que podría tener en el manejo del cáncer de tiroides puede ayudar a informar sus decisiones relacionadas con el cuidado.
6. Falta de acceso a visitas de seguimiento coherentes
Para que la vigilancia activa sea eficaz, su tumor debe ser controlado regularmente. Para muchos pacientes, barreras como el coste, el transporte o el tiempo pueden afectar en gran medida a su capacidad para acudir a todas sus citas. Si este es el caso, es posible que los médicos no puedan detectar la progresión de la enfermedad a tiempo. Usted y sus médicos deben tener en cuenta el papel que estos factores pueden desempeñar en su cumplimiento de la vigilancia activa a la hora de determinar si es una opción de atención adecuada para usted.
Conclusión:
En este artículo se describen algunos factores que debe tener en cuenta al considerar la vigilancia activa como su opción de atención. Sin embargo, es posible que aún tenga otras preguntas o preocupaciones. Es importante que las aborde con su médico para asegurarse de que está informado y se siente cómodo con su tratamiento.
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